¡Hoy me levanté pensando que Epicureo tenía razón! Que somos producto de la casualidad, y que no tenemos ninguna misión.
¿Por qué tenemos que tener obligatoriamente una misión salvadora? ¿Quién nos envía a este mundo si no es la casualidad, la única creadora de todo?
Pretenden hacernos pensar que un Dios todopoderoso nos creó con una misión, pero a ese Dios lo tuvo que crear alguien ¿Quién iba a ser si no la casualidad?
Por ello, la casualidad es la única creadora de todo, y como tal, debemos obedecer su voluntad.
¡Carpe Diem!
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