Iba yo ayer por la calle,
mientras miraba a la gente,
y vi sus rostros fríos,
y sus miradas calientes.
Aquella agresividad,
se respiraba en la acera,
personas que ni miraban,
y chocaban entre ellas.
Y sin decirse nada
luego caminaban,
como máquinas descerebradas
como si no pensaran
Yo a todos observaba
y saludaba sin respuesta
porque ya no eran personas
eran ahora bestias
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